por Susana Torres – Jaime Martínez Acero – Santiago García Mourelo sdb
Revista Misión Joven n° 525
No hay conversión pastoral de la Iglesia que no realice la sinodalidad misionera. El discernimiento pastoral o es sinodal (y por ello de amplia participación) o no es cristiano ni eclesial: “En la misma dirección de sumar, de aunar, de aglutinar, de compartir, está la necesidad de establecer procesos donde todos se sientan partícipes (…).Si lo central son las personas y no las estructuras, estas deben tener espacios de participación porque todos somos corresponsables en la misión común, que es la de Jesús. En la medida en que la participación en los procesos de discernimiento sea amplia, así será la implicación de cada uno en aquello que se decida. Si no, se caerá en el verticalismo, en el funcionalismo, en el «tú o vosotros mandáis», yo o nosotros obedecemos».
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